domingo, 9 de octubre de 2011

Todo pago


PERSONAJES

  • Los cinco cieguitos
Líder
Escriba.
Fotógrafo.
Investigadores (2) 



Todos están vestidos con sobretodos negros, anteojos negros y sombreros negros. Difícilmente pueden reconocerse uno del otro.

  • Hombre 
  • Mujer

 

Interior de una habitación. En el centro de la estancia hay una mesa y sobre la mesa se encuentra recostada una mujer muerta. Tiene la boca y los ojos abiertos y está bañada en sangre. Mira hacia la audiencia con el rostro desencajado de terror. A la izquierda de la mesa hay una silla.

Los cinco cieguitos recorren el escenario. El Líder permanece en silencio en un costado mientras todos los demás están muy activos. El Escriba toma nota, el Fotógrafo toma fotografías del cadáver y los dos investigadores recogen pequeños objetos por el escenario y los guardan en bolsas de plástico, tienen puestos guantes de goma y ocasionalmente intercambian algún tipo de conversación que no llega a oírse bien.

Se escucha un ruido de llaves y entra un hombre a la habitación. Tiene la camisa desabrochada, la corbata desajustada, un maletín viejo y sombra de barba. Se queda congelado a un costado del escenario al ver la escena. Todos se detienen un instante, y miran al recién llegado. Luego continúan su trabajo con normalidad, excepto los investigadores que agarran dos o tres objetos más del escenario y salen de escena por el lugar donde apareció el hombre. Al pasar a su lado lo saludan tocándose el gorro, e inclinando la cabeza. El hombre mira hacia todos lados desesperado, hasta que el Líder le pone la mano en el hombro y habla.


LIDER (con voz tranquilizadora)- Lamentamos profundamente que haya tenido que ver esto. Es terriblemente irregular y le ofrezco mis disculpas. Esta operación ya tendría que estar terminada desde hace horas...

El hombre intenta balbucear algo pero el Líder continúa.

LIDER - ... en el Departamento estamos cortos de personal. Desgraciadamente su esposa no era la única involucrada, y la eliminación de obstáculos es prioridad uno; así que tengo a todo el mundo trabajando doble turno. Usted no me lo va a creer pero esta es la tercer casa en lo que va del día, y todas en la misma manzana.
   
El hombre trata de meter bocado, un poco más insistentemente, pero el Líder lo ignora.

LIDER – Lo mejor sería aprovechar todo esto y evitarle a usted un trámite. (Emite un sonido hacia el escriba que no ha parado de tomar notas. El escriba se detiene) Tome los datos del señor… (en secreto hacia el hombre) Se va a ahorrar un viaje al destacamento y no son más que cinco minutos.

El Escriba saca un formulario demasiado grande como para escribir en él de parado y va hacia la mesa. Le hace un gesto inquisidor al fotógrafo, que asiente, saca una última foto y se va. Con una mano el escriba barre el cadáver de la mujer de la mesa, que cae al suelo con gran estrépito. Se sienta y pregunta con voz monocorde.

ESCRIBA - ¿Nombre?
HOMBRE – Es… Esteban, Esteban Nadie.
ESCRIBA – ¿Estado Civil?
HOMBRE – Cas… (mira el cadáver de la mujer) Viudo.
ESCRIBA - ¿Estaba al tanto de las actividades ilegales de su esposa?
HOMBRE – No.
ESCRIBA - ¿Tiene o ha mantenido relaciones creativas con el grupo del subsuelo?
HOMBRE – No.
ESCRIBA – ¿Dónde estaba usted en la mañana del cuatro de Febrero del presente año?
HOMBRE – No.
ESCRIBA - ¿Y cuál es su lugar de trabajo?
HOMBRE – No.
ESCRIBA - ¿Se encuentra satisfecho con su presente ocupación?
HOMBRE – No.
ESCRIBA – ¿Manifiesta comprender y aceptar las motivaciones del Departamento y rehúsa emprender acciones legales de acuerdo a la cláusula 45 inciso B del código de planeamiento urbano?
HOMBRE – No. (El Líder y el Escriba miran con furia al hombre, que finalmente comprende y con horror se corrige.)¡Si! Sisisi…

El líder extrae un largo cuchillo de su gabardina, y continúa mirando con enojo al hombre. Finalmente asiente comprensivo y se dirige hacia el cadáver.

LÍDER – Son tiempos difíciles y necesitamos de gente como usted. Gente honrada, emprendedora y proactiva. Necesitamos que siga haciendo lo que ha estado haciendo hasta ahora. (Se agacha y clava profundamente el cuchillo en el cadáver, rematándola. El cuerpo se estremece débilmente) Concéntrese en el trabajo y rápidamente todo esto va a ser un mal recuerdo. (Dirigiéndose al Escriba) ¿La asignación por esposa…?

ESCRIBA (sin levantar la vista del papel) – Dosmilquinientosveinticincocondieciochocentavos.

LÍDER (busca en su gabardina y saca varios fajos de dinero. Mientras va contando va tirando los fajos sobre el cadáver) – Quinientos, mil, mil quinientos, dos mil, dos mil quinientos, tenga dos mil seiscientos (le pone los últimos cien en el bolsillo de la camisa)

El escriba se levanta y se va. El Líder se percata de que todavía tiene el cuchillo ensangrentado en la mano, saca un pañuelo y enjuga la sangre)

LÍDER -¡Bueno! ¡Por fin! Ya está. Cualquier duda que tenga no nos contacte. Nosotros nos vamos a contactar con usted en breve. ¿Está bien? (el hombre asiente) Que tenga un buen día… Y sin rencores ¿No? (El Líder se acerca y le da unas palmaditas condescendientes) De todas formas está todo pago.

El líder se va. El hombre permanece inmóvil unos instantes, se acerca al cadáver de la mujer, lo abraza con lentitud y rompe a llorar desconsoladamente.

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